Guerrero lusitano |
Todavía están a tiempo de ver esta curiosa exposición organizada por el Museo Arqueológico Nacional que recoge
piezas en cinco ambientes, procedentes muchas de ellas del Museo Romano de Mérida y diversos tesoros
nacionales portugueses.
No es una exposición extensa, pero vale la pena
recorrerla por algunas piezas que ha recopilado.
Comienza con un imponente guerrero lusitano, que
por supuesto queda deslucido al lado de la magnífica talla de Augusto. Pero lo
sorprendente es que, aunque la Lusitania fue romanizada por Augusto entre el año 16 y 13 a.C, el
guerrero romano fue tallado en el s. I d.C, es decir, que los lusitanos seguían
tallando sus estatuas de guerreros bastante después de la romanización, como si
en la provincia se viviesen vidas paralelas: las de los colonos romanos y las
de los nativos.
Hay más muestras de esa cohabitación, y la más curiosa es una estela que aparentemente parece escrita en latín, pero que está escrita en lengua lusitana usando caracteres latinos.
La Mérida cosmopolita está representada en una pieza exquisita, un vaso de ágata con forma de sileno, llegado sin duda de algún lugar de oriente.
vaso de ágata |
Y cómo no, hay muestras de la tolerancia que siempre tuvo Roma con todo tipo de religiones. Podemos ver estatuas de dioses orientales: Isis y Mitra; otros puramente romanos como las musas del mosaico de un triclinium de una villa; pero también es sorprendente una estela judía y las cruces cristianas de las tumbas.
Mitra, dios solar persa. Le faltan los rayos del sol que salían de su cabeza, quedan los agujeros en su pelo de lo que eran los rayos dorados metálicos que tuvo en su día |
Musas
de la villa romana de Torre de
Palma.
La inscripción pide que se barra con cuidado y desea la buena suerte |
Lo mejor de la exposición:
- El missorium de Teodosio (es una copia, el original lo tienen escondido sólo para los ojos de académicos e investigadores en la Real Academia de la Historia): un disco de plata utilizado para ceremonias con la inscripción de que se hizo para celebrar el décimo quinto año del reinado del emperador.
Foto de: Manuel Parada López de Corselas para Wikipedia |
· El disco de Teodosio encierra una
extraña historia de cómo se descubrió y de quiénes son los personajes que
aparecen en él.
El emperador del centro es Teodosio, y se supone que los que
están a sus lados son sus hijos Honorio y Arcadio y el que figura recibiendo
un edicto de su mano sea Valentiniano; pero hay versiones donde se dice que tal
vez uno de ellos sea Valentiniano el que figura a su lado y que el hombre que
recibe el edicto sea un gobernador de Augusta Emérita.
Tampoco está claro si
los cuatro jornaleros que se lo encontraron en el 1847
mintieron y en realidad está partido para repartirse el botín, o si estaba
originariamente doblado más o menos por la mitad. Ni se sabe con certeza dónde
se encontró, puesto que los jornaleros aseguran que fue en un lugar donde no
hay restos romanos, y se sospecha que fue en otra villa y lo ocultaron para seguir buscando por su cuenta tesoros.
Lo único
cierto es que se realizó en la Ceca de Constantinopla y atravesó todo el
mediterráneo para acabar en la provincia más occidental del imperio: la
Lusitania.
Combina
los símbolos del cristianismo: el orbe que sostienen las figuras, el aurea de
sus cabezas y la cruz, con los paganos: amorcillos, una diosa Fortuna con la Cornucopia
- · El sarcófago de las estaciones es otra pieza preciosa. La decoración es delicada y sugiere que uno se iba al averno con todas las comodidades y placeres de la vida terrena: vino, diosas de la victoria, bellos efebos y amorcillos. Eso sí, por ninguna parte aparece la esposa del muerto, sólo frutas y cuernos de la abundancia.
Lo peor:
·
Hay números sobre los
objetos, pero luego no se corresponden con cartel alguno explicándolos. Parece
como si se hubiesen olvidado de ponerlos.
Eso obliga al visitante a adivinar
qué diablos es una de las piezas más extrañas y mejor conservadas de la
exposición: un espéculo vaginal de bronce que data del periodo romano
(Siglo I D.C) encontrado en una sepultura en Mérida. Pertenecía al ajuar
fúnebre de un médico y junto a él puede observarse una moneda para Caronte y
diversos objetos médicos que sería de gran interés que estuviesen explicados.
Otra vez será, esperemos que el Museo no vuelva a cometer ese error.
Números sin leyenda que le corresponda. Arriba a la izquierda un espéculo vaginal. centro abajo una moneda para Caronte |
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