viernes, 28 de agosto de 2015

LA ISLA DE KOS Y EL CULTO A ASCLEPIO

La isla de Kos, hoy conocida por la entrada de inmigrantes Sirios e Iraquíes en Europa, fue en la antigüedad un famoso lugar de peregrinación. Allí se encontraba el templo de Asclepio ( Esculapio para los romanos).
El templo tenía un patio donde los enfermos pasaban la noche y debían de apuntar sus sueños para que un sacerdote los interpretase al día siguiente. Se suponía que el dios Asclepio les revelaba su curación mientras dormían.
El templo además era un importante centro de formación de médicos entre ellos el médico más famoso Hipócrates de Kos.

El dios Asclepio era el dios de la medicina, conocedor de remedios, pócimas y encantamientos amorosos.
 Atenea le dio dos frascos con la sangre de la Gorgona: una del costado derecho que servía para destruir la vida y otra de las venas del costado izquierdo que se servía para revivir a los muertos.
El dios era hijo de Apolo y de Coronea. Su madre  Coronea engañaba a Apolo con un joven tesalio.
Un cuervo fue el que reveló a Apolo que Coronea le engañaba. Apolo celoso, arrojó una flecha al corazón de Coronea, que le confesó que llevaba un hijo suyo en el vientre.
Arrepentido Apolo de la muerte de su amada, salvó al bebé después de que muriese Coronea y se lo llevó al centauro Quirón para que lo criara. Enojado con el cuervo, trasformó su plumaje en negro, puesto que en origen los cuervos eran blancos.
Cuando Asclepio creció, tenía poderes para devolver la vida a los muertos, por eso Hades, el dios del inframundo le pidió a Zeus que lo matase porque su reino corría el riesgo de quedar despoblado. Zeus consintió, pero a cambio lo convirtió en un Dios.

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